Gastronomía sadeana

se nos da en imaginarnos
ese imposible tomo
encuadernado a la holandesa
en verdad libertino y coqueto
secreto y algo mugriento
de La fisiología del gusto
de Brillat-Savarin
donde al final el autor
coincidiera sin choques
su pensar positivo
con el de Las flores del mal
y la negra poesía melancólica
del consentir lo maldito

ebriedad libertina
por retorcerlo todo
según el orden erótico
del discurso del tocador
filosofía de la indeterminación
filosofía de lo perverso
sin fin y sin objeto real
donde las metáforas
como metáfora de metáforas
de metáforas
no ponen nunca un pie en el suelo
no al menos
en el suelo cómodo y plano
de la sala comedor burguesa
de todos los días

al hablar del gusto de ser y estar
donde se come y se coge
de modo indistinto
ni burdel ni harén
se coge y se come por gusto
sin hambre ni críos
retorcerse de cuerpos
delicada coprofagia indirecta
desde el confín libertario del tocador
donde lo raro
se vuelve cierto
por ser tan deseable

como este indescriptible beso negro
que ya es plato central de nuestra mesa
por dejar fluir el tono del habla
en lo literal aparente del consenso usual
que no lo es en el fondo
pues realmente es un comerse el culo
entre ambos actuantes
de sexos distintos
pero de cuerpos iguales
para tal modo de besar perverso
donde en el culo
coinciden e inciden
de forma sadeana
tal como permite
el desear como acuerdo verbal
aunque parezca indecible
besarse así

comerse al otro
de esta manera anómala
con un beso de lengüita en el culo
lamer hurgar degustar ensalivante
deleitar delitándose con las lamidas
deleitándonos viendo
con el gusto erótico
de lamer y que nos laman así
el culo de otra persona nuestro culo
la boca en sus espejos de carpa de feria
el buco como alimento divino
besar una piel análoga a la de los labios
así de sensible
así de íntima
y así de comunicante
su contraria aparente
análoga a la piel del pene y los pezones
cuando arde en lujuria
lamida en metáfora toda
al distorsionar por completo
el adentro y los afuera
los adentro y el afuera
que con gusto
reaccionan
al contacto de una boca con el ano
al gustoso lamer de esa boca golosa
al gusto de sentir ese culo tan jugoso
esa lengua que se aplica y resbala

y de esta manera
se tiende el puente
del comer y el coger y la pornografía
de una a otra persona
nos entrama
pues quien con esta comida
se excita
ya nunca será una persona sola

alimento erótico la imaginación en sí
dijo Margo Glantz
mientras todo desemboque en nada
claro está
al imaginar de verdad ese abrazo
sin parpadear
una idea fija
en medio mismo del abrazo entero
pensó Salvador Elizondo
eso es comerse el culo a besos
pero también es y será
tocarle así la lengua
y la boca y la cara con las nalgas
cuando él miraba y sentía
a su musa embriagarse
en ese tacto negro
de plato de alta cocina extrema
con otras almas y cuerpos
según nos cuenta Gurrola con deleite
en su libro de cuentos y cuentas de contentos

comer a toda hora
la comida pornográfica del alma
en un banquete platónico
de un instante del vals de entrecuerpo
de culos y bocas vistos y oídos y degustados
según dibuja risueña y gustosa
la enojona pluma goteante
del Divino Marqués

Yo Sade